Se
dice que nació en 1655, y su país de
origen es también reconocido por su
excelente café: Jamaica. Cuenta la
leyenda que había una familia
adinerada de españoles perteneciente
a los colonizadores de la isla, que
tenían una hija y una esclava a la
que llamaban tía María. Con la
invasión británica, esta familia
tuvo que abandonar sus posesiones.
La fiel tía María, queriendo ayudar,
escondió un par de aros de perlas
negras entre sus ropas y también la
receta familiar antigua de un licor.
Cuando llegó el momento que la joven
se casara, había que ofrecer una
dote, y como lo único que poseían
era lo que tía María había
escondido, los aros y la receta del
licor pasaron a manos de la joven,
que conservó y trasmitió a las
siguientes generaciones, dándole al
licor el nombre de Tía María como
homenaje a su fiel esclava.
Tía María Liqueur, se comenzó a
fabricar a gran escala recién en
1940, conservando su aroma atrapante,
que combina vainilla y café. El
alcohol con el que se elabora es
destilado de melazas de caña de
azúcar y su graduación final de
26,5°, se obtiene con el agregado
de agua desmineralizada.
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