El origen real u exacto de este cocktail parece haberse perdido en
el tiempo. Según una historia tan
popular como posiblemente falsa, su
creación se sitúa en el New York
City's Manhattan Club en el año 1870
y se le atribuye a Jennie Jerome,
esposa de Randolph Churchill.
Aparentemente Lady Churchill,
preparó una bebida para un banquete
que se ofreció en honor al candidato
a presidente de la nación, Samuel
Jones Tilden. Esta bebida fue todo
un éxito y pronto comenzó a pedirse
habitualmente en aquel local,
adoptando el nombre de Manhattan.
Otra historia se remonta a 1899, en
un artículo de un famoso diario de
Wisconsin, que cuenta que el coronel
Joe Walker oriundo de New Orleans,
en viaje de barco con unos amigos de
New York, al quedarse sin más
bebidas que vermouth y whisky, se le
ocurrió que una mezcla de ambos
podía ser un cocktail más que
agradable. Los resultados fueron tan
buenos que a su vuelta a New Orleans
perfeccionó las
cantidades de la
mezcla bautizándola
como Manhattan, en
honor a sus amigos
de la isla.
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