Italia fue la cuna del "Gancia" y
desde allí se expandió hacia el
resto de los paises. Carlo Gancia,
su fundador, buscaba elaborar un
trago original, ya que era un
conocedor atento y observador agudo
de los cambios en las tendencias de
consumo. Al terminar sus estudios,
ya había elaborado una nueva receta
para el gusto y fragancias refinados
del licor, que en esa época estaba
de moda: el vermouth. Usando "Moscato",
un vino especial de las áreas
montañosas de Piamonte, como base de
la infusión herbal, demostró que era
posible obtener un producto
comparable al resto de los
existentes.
Luego de esto, es donde decide ir a
Francia para aprender los secretos y
técnicas del método antiguo
denominado por los franceses como "champenoise",
de la producción de champagne. En
1850, retornó a Italia para
experimentar sus ideas e intuiciones
y recién en 1865, Carlo finalmente
se dio maña para producir un tipo de
champagne con base de moscato,
convirtiéndose en la primera persona
en ese país, en adoptar el "Método
Champenoise" o el "Método Clásico
Tradicional". Este fué el nacimiento
del primer spumante italiano. La
familia de Gancia influenció
profundamente desde ese momento, no
solo la historia de la ciudad de
Canelli y de sus tierras
circundantes, sino también ha dejado
su marca en la cultura el beber en
Italia y por todo el mundo.
Gancia en Argentina
En 1932 llega a la
Argentina el gerente general de la
empresa Fratelli- Gancia a explorar el
mercado. Se eligió la Argentina
justamente porque ya se había
desarrollado un buen mercado de
vermouth, básicamente concentrado en la
variedad "rosso". De este modo Gancia,
que desde sus inicios había marcado
una característica fundamental y que
con el tiempo distinguiría a la
compañía de neto perfil innovador,
decidió hacer un producto diferente,
de sabor distintivo frente a las
opciones existentes en ese momento y
con un estilo siempre actual y
moderno.
|