Nadie sabe a ciencia cierta por qué
este cocktail es llamado así. Algunos
atribuyen el nombre al color del
tomate, uno de sus ingredientes, y
hay quienes se lo adjudican a María
Tudor, reina de Inglaterra entre
1553 y 1558, muy recordada por su
sangrienta persecución a los
protestantes.
Algo parecido sucede con su origen.
Una de las historias más populares
menciona a un francés llamado
Ferdinand Petiot, bartender del
famoso Harry's Bar New York de
París, como el creador del Bloody
Mary, en el año 1920. Sin embargo,
esta versión tiene poco sustento,
dado que el bar fué abierto recién en 1923 por el bartender escocés Harry
MacElhone. Además, el buen Harry,
que cuenta en su haber con varias
publicaciones, no menciona al famoso
trago en ninguno de sus libros sino
hasta 1941 y bajo el
nombre de Red Mary, haciendo referencia
a una bebida compuesta por vodka y
jugo de tomate. Las versiones se
multiplican....
Otra de ellas tiene
como protagonista a un comediante
llamado George Jessel, quien
hacia fines de la década del '30
mezcló por primera vez una mitad de
jugo de tomate con otra de
vodka y lo bautizó "Bloody
Mary." Parece que a Petiot no le
gustó nada esta atribución. Años
después y en una
entrevista publicada en la
prestigiosa revista The New Yorker,
el se adjudicaba rotundamente ser el verdadero
y único inventor
del trago por haberle agregado las especias, el limón
y la salsa inglesa Worcestershire.
Muchos dudan de la veracidad de sus
palabras, dado que la receta de la
cual el se proclama creador, había
sido publicada varios años antes en
un libro de cocktails,
bajo el nombre de Red Snapper. Si a esto le
agregamos el hecho de que en la
versión Norteamérica cocktail
creada en pleno
auge de la Ley Seca, donde ya se hablaba
de bebidas sin alcohol a base de jugo de
tomates, la afirmación de Petiot hace
agua.Más allá de las versiones
controvertidas, la única
certeza sobre el origen del
Bloody Mary es la incertidumbre,
pero
nadie duda de su delicioso sabor.
|